Cuando caigo enfermo con fiebre, tiendo a preguntarme si el tiempo transcurrido en cama será igual de largo que En Busca del Tiempo Perdido, de Marcel Proust (que si no me equivoco lo escribió mientras en cama enfermo), o si será breve como el cuento más corto del mundo, El Dinosaurio: Cuando desperto, el dinosaurio todavía estaba allí.
miércoles, 10 de agosto de 2011
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario