sábado, 5 de mayo de 2012

Error, errata o malentendido IV

A diferencia del resto de mi familia, yo tengo una dentadura prácticamente perfecta. A mis 33 años, he tenido que ir dos veces al dentista, y ha sido para hacerme una simple limpieza dental. Mis hermanos, en cambio, han tenido que sucumbir a las eternas y dolorosas visitas al odontólogo. Me pasa por metódico y bien educado, sí señor. Cuando mi madre nos decía “vayan a lavarse los dientes” y los otros iban al baño y se los cepillaban, yo me encerraba en mi habitación a alabarlos. Después de tres décadas haciendo lo mismo supongo que algún beneficio me habrá traído. ¡Alabados sean mis dientes!

No hay comentarios.: