jueves, 28 de agosto de 2008

A un Terrorista de las Letras, de parte de un aprendiz

Recordándote hoy, Paco Umbral, a un año de tu muerte.
Te recuerdo con especial cariño, después de haber leído tu columna Los Placeres y los Días, en el periódico El Mundo por muchos años. Si bien en el último tiempo leía más El País, siempre me las ingeniaba para conseguir El Mundo sólo para deleitarme con tus palabras.

Me duele leer que el mundo literario no ha sido especialmente sensible a tu desaparición. Puede que haya habido uno que otro homenaje, charla o curso umbraliano, puede que se haya reeditado alguno de tus libros o publicaciones, pero no se le ha dado el verdadero peso a tu ida.

Es verdad que sólo leí tu columna y no tus novelas, poesía y demás material como Carta a mi mujer; Mortal y rosa; Hojas de Madrid; El Giocondo; Trilogía de Madrid, entre otros
-libros que le debiera pedir a mi hermana que aún vive en Madrid que me traiga- pero siento que (o intento) invoco tu particular manera de decir las cosas cuando quiero poner por escrito alguna cosa.

Porque a pesar de haber sido esa gran pluma literaria, tuviste tus detractores, te ganaste un importante número de enemigos. Pero eso sólo te empujo a seguir contando las cosas como son, sin reservas o pelos en la lengua, de decir las cosas tal como las veías y sentías, que como consecuencia cultivó más admiración y respeto en aquellos que opinábamos como tú pero elegíamos callar o ser más prudentes.

Esos últimos, esos que nos quedamos atrás con el recuerdo de tus palabras hoy te saludamos e invocamos tu espíritu para que nos ilumines. Aunque por favor, no te sientas obligado, entendemos que sea donde sea que estés debes estar ocupado encendiendo la duda, la crítica, la polémica o abriéndole los ojos a aquellos que los cerraron para siempre.

Gracias x las BALAbras.

1 comentario:

Unknown dijo...

Bravo Trinquete!!!
breve y sensible homenaje a quien como dices, merece ser recordado.
Un abrazo Alfredo, en medio de "Gustav" que como decia anoche en mi blog, no merecia ser ni recordado ni llegar en estos dias en que Jamaica estaba "en otra" como decimos en Chile.